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Actualmente el lujo ya no se vive a través del objeto sino de una forma desmaterializada, mediante la participación en experiencias.

este consumismo nos ha llevado a un capitalismo de ficción, su misión es crear la ilusión de que somos únicos y ello a conllevado a un superindividualismo donde las identidades se buscan para ser alguien, por el placer de ser reconocido.

La fábrica de ficciones es un lugar donde todas estas cualidades se reúnen y hacen al individuo único y exclusivo mediante instalaciones productoras de estímulos ambientados en las experiencias de lujo, acoge las actividades más inesperadas y dispares, ofreciendo una continuidad espacial total, para conseguir que en cualquier parte del edificio coexistan configuraciones espaciales diversas 

La fábrica de ficciones nos ofrece una nueva realidad, se despliega para fascinarnos y ofrecernos el mundo como un espectáculo.